Recuerdo cuando era pequeña y traían a casa los bollitos de leche...¡Qué momento! Me encantaba calentarlos unos segundos en el microondas antes de devorarlos.
Reconozco que la bollería siempre me ha vuelto loca...bollito que veía, bollito que me zampaba. A veces rellenos de nocilla y otras muchas veces rellenos de embutido. Así que hoy vengo a darle un homenaje a aquellos momentos que me hacían tan feliz recreando la receta de mis adorados Bollos de Leche.
INGREDIENTES:
-215g harina de fuerza
- 40g de azúcar
- 40g de huevo
- 40g mantequilla
- 125g leche
- 15g de levadura fresca de panadería
- Ralladura de una naranja (o de limón o lima)
- una pizca de sal
PROCESO:
Ponemos todos los ingredientes secos (menos la sal) en un bol los mezclamos y hacemos un huequito en el centro (lo que comúnmente llamamos volcán). En ese hueco echaremos el huevo, la mantequilla, la leche y la levadura. Lavamos nuestras manitas y las ponemos en la masa...¡A amasar!
Cuando tengamos los ingredientes mezclados, con todas nuestras manos pegajosas, echaremos la sal y seguiremos mezclando hasta poder sacarlos fuera del bol para trabajar la masa sobre la mesa.
Recordaremos enharinar la superficie sobre la que vayamos a trabajar para facilitarnos la vida y así continuaremos amasando y amasando y amasando....hasta que consigamos tener a nuestra masita lisa y deje de estar pegajosa. (ADVERTENCIA: Es un proceso lento y trabajoso...no nos tentemos a echar más harina por pensar que la masa es pegajosa; es cuestión de mimo y amasado no de harina.)
Arropamos la masa con un paño de cocina y la dejamos a temperatura ambiente hasta que doble su volumen (1 horita más o menos).
Pasado este tiempo, hacemos bolitas de masa del mismo peso y les damos la forma que deseemos (o incluso se pueden dejar en forma de bolita). Las colocamos sobre nuestra bandeja de horno que habremos engrasado con un poquito de aceite y las pintaremos con huevo y volveremos a arroparlas para que fermenten un cuarto de hora más; justo lo que le cuesta calentarse a nuestro horno a 200ºC.
Por último, las horneamos unos 9 minutos. El tiempo siempre depende del tamaño de la pieza que vayáis a hornear, y por su puesto de vuestro horno.
Y ¡listo! tenéis unos bollitos de leche espectaculares que huelen de vicio desde aquí. Así que yo os dejo que voy a aprovechar a comerme alguno...
Reconozco que la bollería siempre me ha vuelto loca...bollito que veía, bollito que me zampaba. A veces rellenos de nocilla y otras muchas veces rellenos de embutido. Así que hoy vengo a darle un homenaje a aquellos momentos que me hacían tan feliz recreando la receta de mis adorados Bollos de Leche.
INGREDIENTES:
-215g harina de fuerza
- 40g de azúcar
- 40g de huevo
- 40g mantequilla
- 125g leche
- 15g de levadura fresca de panadería
- Ralladura de una naranja (o de limón o lima)
- una pizca de sal
PROCESO:
Ponemos todos los ingredientes secos (menos la sal) en un bol los mezclamos y hacemos un huequito en el centro (lo que comúnmente llamamos volcán). En ese hueco echaremos el huevo, la mantequilla, la leche y la levadura. Lavamos nuestras manitas y las ponemos en la masa...¡A amasar!
Cuando tengamos los ingredientes mezclados, con todas nuestras manos pegajosas, echaremos la sal y seguiremos mezclando hasta poder sacarlos fuera del bol para trabajar la masa sobre la mesa.
Recordaremos enharinar la superficie sobre la que vayamos a trabajar para facilitarnos la vida y así continuaremos amasando y amasando y amasando....hasta que consigamos tener a nuestra masita lisa y deje de estar pegajosa. (ADVERTENCIA: Es un proceso lento y trabajoso...no nos tentemos a echar más harina por pensar que la masa es pegajosa; es cuestión de mimo y amasado no de harina.)
Arropamos la masa con un paño de cocina y la dejamos a temperatura ambiente hasta que doble su volumen (1 horita más o menos).
Pasado este tiempo, hacemos bolitas de masa del mismo peso y les damos la forma que deseemos (o incluso se pueden dejar en forma de bolita). Las colocamos sobre nuestra bandeja de horno que habremos engrasado con un poquito de aceite y las pintaremos con huevo y volveremos a arroparlas para que fermenten un cuarto de hora más; justo lo que le cuesta calentarse a nuestro horno a 200ºC.
Por último, las horneamos unos 9 minutos. El tiempo siempre depende del tamaño de la pieza que vayáis a hornear, y por su puesto de vuestro horno.
Y ¡listo! tenéis unos bollitos de leche espectaculares que huelen de vicio desde aquí. Así que yo os dejo que voy a aprovechar a comerme alguno...